10 recomendaciones si quieres hacer una Ceremonia con Psicod3licos

Te comparto estos puntos para ayudar a que cada vez más personas tengan experiencias seguras, contenidas y de verdadera transformación y evitar accidentes y situaciones que te lleven a estar incluso peor (Sí! Sí se puede estar peor!!)...

1. Hazlo por ti. Pareciera que este punto es obvio pero no lo es. Mucha gente llega a experiencias con psicodélicos por influencia de alguien más. Porque su pareja quiere que lo haga, porque sus amigos insisten o incluso he visto pacientes que llegaron a hacer ceremonias para “acompañar” a un amig@. Este proceso es serio y lo debes de hacer por ti, en total convicción y conocimiento de lo que vas a hacer.
2. Es tú responsabilidad: Tu salud mental y tu estabilidad emocional, como tu integridad física es tu responsabilidad. Si vas a hacer psicotrópicos hazlo con esa responsabilidad. No podrás controlar lo que salga de tu sesión, la profundidad de tu trabajo o lo que ahí pueda emerger, pero sí está en tus manos trabajar con lo que surja, incluso si eso te lleva a buscar ayuda externa.
3. Aguas con tu salud mental. Si has tenido antecedentes de depresión, esquizofrenia, bipolaridad, ansiedad crónica o cualquier padecimiento que te haya puesto en desbalance tu estabilidad psicoemocional, consulta con un profesional si este tipo de substancias son adecuadas para ti. 
4. Conoce a tu facilitador. Vas a ponerte en manos de otro ser humano. Sea un gran guía o chaman, habla con él antes de tomar la decisión. Y te dejo algunas preguntas que pueden ser útiles para tomar una decisión:
1. Sobre el facilitador: ¿Cómo te entrenaste? ¿Qué estudios o preparación tienes adicional al entrenamiento como facilitador (hay algun contexto psicológico)? ¿Desde hace cuanto tiempo compartes y en cuantas sesiones has guiado? Incluso se vale preguntar ¿Por qué haces lo que haces? 
2. Sobre la ceremonia: ¿Dónde es? ¿Cuántas personas estarán en la sesión? ¿Cuántas personas cuidan el espacio? ¿Cual es el procedimiento si tengo un proceso complejo? ¿Qué pasa después de la ceremonia, nos quedamos ahí, hay que volver a casa, cual es el protocolo?

Escucha estas respuestas con tu cabeza, tu sentido comun, pero sobre todo, con tu intuición. Sabrás inmediatamente si debes o no estar ahí. Si el facilitador no puede atenderte, ¿cómo esperas que responda el día de la sesión si las cosas se ponen dificiles?

         5. Si no te cuestionan tu estado de salud, huye. De manera verbal o con un cuestionario, pero si tu facilitador no te hace varias preguntas sobre tu estado de salud, medicamentos que tomas, o antecedentes, no es una buena señal de profesionalismo. Se totalmente honest@ con la información que compartas, aunque en apariencia no afecte con tu viaje.

          6.Trabaja con un terapeuta: Antes, después de la sesión. En la vida en general. Pero para este tipo de sesiones, un terapeuta, de preferencia que conozca este tipo de experiencias, puede ser una gran diferencia para sacarle más jugo a tu sesión y poder integrar con mucho mayor profundidad los cambios que se detonen.

          7.Ten un contacto de emergencia: Una persona de tu confianza debe saber donde estás y que estas en una ceremonia. Alguien que pueda responder en caso de emergencia o te pueda contener después de tu sesión si no puedes hacerlo por ti mismo.

          8.Sigue las recomendaciones y restricciones de dieta, substancias, suplementos que te compartan los facilitadores. A mayor compromiso, mejores resultados. Las restricciones están pensadas por algo. No las minimices. Son parte esencial del proceso e incluso fundamentales para tu seguridad.

          9.Investiga sobre la substancia que planeas hacer. Dosis, riesgos, restricciones específicas. También investiga su trasfondo místico y ceremonial. Esto te puede permitir tener un contexto más profundo de tu ceremonia. Respeta el ritual y la cosmovisión detrás de la tradición que comparte. 

         10.Ríndete a la experiencia, disfrutala y entregate. Pero recuerda que aunque todo cambia, nada cambia de fondo si no haces las cosas en tu vida para materializar lo que la ceremonia te pueda mostrar. Y sí, regresar a ceremonias porque es un lugar que te hace sentir bien, pero sin trabajar los temas en tensión de mi vida, es una forma escondida de adicción.